Al mismo tiempo que en la actividad académica universitaria progresaban los conocimientos, y desde principios de los años 70,nuestro socio cofundador desarrollaba ya actividad particular asistiendo a pacientes de enfermedades neoplásicas en algunas Clínicas, Sanatorios y en un Centro de Radioterapia de la Zona Norte del Gran Buenos Aires.  Había comenzado a desarrollar la tecnología necesaria para efectuar tratamientos quimioterápicos ambulatorios.

Después de su graduación médica y formación becaria se incorporó como colaboradora en los cuidados asistenciales, apoyo psicológico y tratamientos de los pacientes asistidos, la Dra. Adriana B. Romeo y, poco después, concluido su entrenamiento en la Residencia de Clínica Oncológica del instituto Á. H. Roffo, el Dr. Ricardo I. Kirchuck, también formó parte del incipiente equipo inicial de nuestra Institución.

Las actividades médico asistenciales del grupo prontamente excedieron su propio tiempo y el espacio disponibles, por lo que comenzaron a soñar que sería interesante organizar una institución adecuada para la mejor asistencia de los pacientes, tanto privados como afiliados a la seguridad social, que se ampliaba y extendía.

Con la experiencia recogida y valorando la oportunidad de contar con quien colaborara eficazmente en la organización de una Empresa de Servicios Médicos capaz de integrar las necesidades del progreso científico continuo, de calidad y complejidad crecientes, se incorporó el Sr. Adolfo R. Del Popolo, quien puso la experiencia e idoneidad administrativa necesarias para organizar las actividades económico sociales propias de un emprendimiento privado.